Si te encanta la crema de avellanas, te va a fascinar hacerla tú. El olor de las avellanas mientras las tuestas, del chocolate mientras lo derrites y luego juntar todos los ingredientes para crear esta delicia…mmhh!
Ingredientes:
1 taza de avellanas (crudas, sin salar)
350 gr de chocolate amargo o semiamargo en pedacitos
2 cucharadas de aceite vegetal suave (ej. canola)
3 cucharadas de azúcar glas
1 cucharada de cocoa (sin endulzar)
1/2 cucharadita de vainilla
3/4 cucharadita de sal
Método de preparación:
1. Precalienta el horno a 180ºC (El hornito eléctrico también funciona si tiene opción de temperatura)
2. Esparce las avellanas en una charola de galletas y tuéstalas por 7-8 minutos. ¡Vigílalas! Si se te queman tu crema de avellana sabrá amarga. Deben quedar ligeramente doradas y las cáscaras comenzando a desprenderse.
3. Para pelar las avellanas mételas a un frasco de vidrio y agítalas hasta que veas que se despegan las cascaritas. A algunas se le pegará la cáscara, no importa :). Deja enfriar por completo.
4. Derrite el chocolate a baño maría*
5. En un procesador de alimentos pon las avellanas y procésalas hasta que se conviertan en una pasta ligeramente fluida. Esto toma unos 5 minutos en el procesador.
6. Agrega el aceite, cocoa, azúcar, vainilla y sal y continúa procesando hasta que todo se integre – 1 minuto aprox.
7. Agrega el chocolate chocolate derretido a la mezcla y procesa hasta que se integre por completo.
8.Paso opcional: Puedes colar la mezcla mientras todavía esté caliente para separar los pedazos grandes de avellana que hayan quedado.
9. Vacía la mezcla tibia en tu Mason Jar favorito. La mezcla estará algo líquida, ¡no te preocupes! se irá endureciendo conforme se enfríe.
10. No es necesario refrigerar. Tiene un vida útil de 2 semanas (aunque no creo que te dure tanto 😉 )
*Baño María: Esto es cuando calientas algo utilizando agua. Pon un a olla con agua a calentar a fuego medio-bajo. Pon dentro del agua una olla o tazón más pequeño y dentro de dicho tazón pon el chocolate a derretir. Esto evita que el fuego directo lo queme.
